(La Paz, 25 de abril, Viceministerio de Comunicación).- El presidente Luis Arce Catacora, que este viernes participó en un ampliado de organizaciones sociales de Riberalta, Beni, pidió a los pobladores que empiecen a producir frutos amazónicos como la castaña, palmas aceiteras y otras especies oleíferas para fabricar biodiésel y sustituir la importación de ese combustible.
“Hay que diversificar el ingreso aquí, en (la provincia) Vaca Díez; la castaña es uno de esos productos, pero también sabemos de frutos amazónicos que son una alternativa para nuestros hermanos (…). Resulta que aquí en la Amazonia hay productos con los que ustedes pueden contribuir, como la palma real, palma aceitera, macororó y varios productos que hoy nos interesa como Estado. Queremos recolectar esa producción y otros productos oleíferos para producir aceite y con eso vamos producir el diésel que necesita el país, y dejemos de importar diésel y sustituir con materia prima nacional”, dijo el Jefe de Estado.
El Mandatario indicó que esta producción generará empleos, además de que contribuirá en la elaboración de biocombustible.
El Gobierno nacional cuenta con dos plantas de biodiésel en el país. El primero es la Planta de Biodiésel I, en Santa Cruz, que ya se encuentra en producción de biodiésel. El segundo es la Planta de Biodiésel II “Héroes de Senkata” en El Alto, que está por ser entregada. Ambas infraestructuras contribuyen a la seguridad energética del país. Además se planifica la construcción de la Planta de Aceite Vegetal Hidrotratado (HVO, por sus siglas en inglés).
El presidente Arce es el impulsor de la Bolivia industrializada con la construcción de más de 170 plantas, con una inversión de más de Bs 32.000 millones en todos los departamentos, con la visión de transformar los recursos naturales y materias primas para consolidar una economía de base ancha que no dependa de un solo sector económico, como sucedió en pasados años.
El Presidente recordó que el neoliberalismo, que gobernó durante 20 años el país (1985- 2005), aplastó las aspiraciones de desarrollo y crecimiento económico del pueblo beniano, porque nunca impulsó la construcción de industrias y solo le limitó a vender los recursos naturales y privatizar las empresas estatales a precio de gallina muerta.