En un contacto con periodistas, el presidente Luis Arce informó sobre su visita sorpresa, a primera hora de la mañana de este martes, a Desaguadero, donde inspeccionó las operaciones de control del contrabando a la inversa. Por otro lado, desestimó las posturas de algunos analistas, que sugieren modificar el tipo de cambio del boliviano, al afirmar que “cuando un país devalúa su moneda, hace que sus productos sean más baratos aún para el bolsillo de los extranjeros”, lo que puede incrementar la salida ilegal de alimentos.
“El contrabando no es un tema nuevo, pero ahora está afectando el bolsillo y el estómago de los bolivianos, y eso no vamos a permitirlo (…) Está claro que hay un acecho del contrabando, lo que nos obliga a continuar con nuestra tarea para reforzar y mejorar las labores en este y en otros puntos fronterizos, aumentando la cantidad de efectivos”, aseveró el Mandatario.
Poco después de las siete de la mañana, el Jefe de Estado llegó al municipio limítrofe con Perú, acompañado por el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, y la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón. Después de revisar el despliegue del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) que, en diversas fronteras y carreteras, suma 8.000 efectivos, corroboró la intensa actividad irregular con productos alimenticios.
Durante la entrevista, Arce se refirió también a la normalización en el suministro de aceite, al informar que “hemos instruido al Ministerio de Desarrollo Productivo revisar toda la cadena productiva: productores de materia prima, industriales y comerciantes mayoristas y minoristas”.