En su discurso en la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Foro de Países Exportadores de Gas, el mandatario resaltó la necesidad de que los Estados productores, aún en desarrollo, tengan las mismas oportunidades no solo de comercialización sino también de inversión, industrialización y acceso a tecnologías.
“No existen las condiciones para una sustitución inmediata de estas fuentes de energía. Los países de la periferia capitalista, a los que se nos quiere condenar al atraso y la dependencia de por vida, necesitamos grandes inversiones para diversificar nuestras matrices energéticas y lograr tecnologías menos contaminantes en la producción de combustibles”, sostuvo.
Además, abogó por que este foro se convierta en una plataforma global de diálogo e interacción entre los países productores, los consumidores y otros actores globales, pero siempre en igualdad de condiciones.
Por otro lado, expuso el contexto actual boliviano donde se reimpulsa las inversiones para reponer y acrecentar reservorios de gas natural, pero también se diversifica en la industrialización, a la cabeza de la urea, un producto de gran demanda y potencial.
“En Bolivia, la CPE establece el ejercicio permanente del derecho soberano sobre nuestros recursos naturales (…). Estas políticas posibilitaron que hoy Bolivia sea un país industrializador del gas, generando valor agregado a este hidrocarburo y mayores ingresos para el Estado.
En esa misma línea, se ha fortalecido la producción agrícola a través de la producción de urea, uno de los fertilizantes más completos y demandados en el mundo”.
Finalmente, anunció la suscripción de un memorándum de entendimiento entre los gobiernos de Bolivia y Argelia sobre hidrocarburos y energías limpias, y otro convenio similar entre YPFB y la estatal argelina Sonatrach.