(La Paz, 25 de septiembre, Viceministerio de Comunicación).- El presidente Luis Arce, que este jueves 25 intervino en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en su 80ª edición, celebrada en Nueva York, Estados Unidos, afirmó que América Latina y el Caribe afrontan una nueva amenaza de carácter militar y económico por parte del Gobierno estadounidense, pidió declarar territorio de paz a todo el mundo y planteó seis propuestas concretas para reconfigurar el orden multilateral y así enfrentar al neocolonialismo.
Arce propuso la creación de una Comisión de Reparaciones a escala internacional que aborde las deudas históricas contraídas por la esclavitud, el apartheid, el genocidio y el colonialismo, y que tome en cuenta instrumentos concretos: fondos de compensación, devolución de bienes culturales, restitución territorial y disculpas formales de las antiguas metrópolis.
Propuso que se transforme la Asamblea General en un foro cuyas resoluciones tengan carácter vinculante, para que deje de ser solo un espacio consultivo y se convierta en “la voz efectiva de todos los pueblos”. En su planteamiento subrayó que las decisiones no deben quedar sujetas al veto de las potencias y reclamó un multilateralismo con eficacia real.
Convocó a declarar el planeta como territorio de paz e iniciar procesos de desmilitarización, con el argumento de que una fracción significativa del gasto militar global puede reorientarse a educación, salud y vivienda. Arce defendió la idea de una ONU que promueva la reducción del gasto en armamentos para dar prioridad a la vida como principio ético global.
Reclamó una reforma del Consejo de Seguridad, que impida que “uno o dos países tengan secuestrada la estabilidad mundial” y que democratice el órgano, ampliando la voz y el voto de regiones históricamente marginadas como África, América Latina y el Caribe y Asia.
Propuso avanzar hacia una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra y llamó a fortalecer la cooperación internacional para la conservación de la Amazonía, con soberanía de los países amazónicos sobre ese bioma estratégico. Vinculó la protección de ecosistemas al derecho a la vida y a la seguridad ecológica global.
En su intervención, Arce llamó a rechazar las guerras comerciales y a trabajar por la reducción de las brechas económicas y sociales entre el centro capitalista y la periferia, al advertir que las pugnas agravan la desigualdad y afectan el derecho al trabajo y la alimentación de los trabajadores.
Convocó a las Naciones Unidas a declarar el mundo como territorio de paz. “Desde el Abya Yala, nombre indígena del continente americano y del Caribe, nos declaramos Zona de Paz en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en 2014 en La Habana. Las naciones de nuestra región cumplimos ese mandato que nos autoimpusimos, aun teniendo en cuenta nuestras diferencias ideológico-políticas en varios temas y respecto de problemas fronterizos y de ocupación territorial hasta ahora no resueltos”, dijo.
Recordó que el llamado que hizo en la ONU para que declare el mundo como territorio de paz, lo hace desde 2022: “Han pasado 11 años desde aquella histórica declaración de la CELAC y tres años desde ese pedido que hice en esta Asamblea, y no solo que no hemos declarado el mundo como zona de paz, sino que enfrentamos la dura realidad de ver cómo la muerte es el sello que se va usando con normalidad en las relaciones internacionales”.
Denunció en la Asamblea General de la ONU que América Latina y el Caribe afrontan una nueva amenaza de carácter militar y económico por parte de Estados Unidos, a través del despliegue de fuerzas navales y el endurecimiento de sanciones unilaterales contra países como Venezuela y Cuba.