(La Paz, 6 de agosto, Viceministerio de Comunicación) “Bolivia cuenta con el mejor y el más importante de los recursos: un pueblo de hombres y mujeres luchadores y con ansias de construir un mejor futuro para nuestras hijas e hijos. Por eso Bolivia es grande y seguirá creciendo junto a su pueblo. Somos el corazón de América del Sur y en un futuro próximo alcanzaremos a ser el motor de desarrollo de la región.¡Esa es la Bolivia del bicentenario!”.
Estas emotivas palabras del presidente Luis Arce pueden sintetizar a grandes rasgos el contenido y los ejes temáticos de su mensaje al pueblo boliviano en la Sesión de Honor efectuada esta mañana en la Casa de la Libertad de Sucre, con motivo de las celebraciones por los 198 años de vida independiente del país.
“Ustedes, hermanas y hermanos bolivianos, son los legítimos héroes y heroínas de nuestra segunda y definitiva independencia hacia la que avanzamos”, sostuvo, tras trazar un mensaje de unidad y proyección hacia una Bolivia del bicentenario más próspera con la industrialización y afianzando su segunda y definitiva liberación con transformaciones sociales y económicas y el destierro de la corrupción, el narcotráfico y otras taras.
Se debe destacar, como detalló el primer mandatario, la reconstrucción y reactivación de la economía, reflejadas en el crecimiento del PIB y otros indicadores financieros que muestran, sin lugar a dudas, que el país está en la senda del crecimiento. El PIB nominal de 2022 fue de $us 44.315 millones, superior a los $us 41.193 millones de 2019. El PIB per cápita de 2022 fue de $us 3.691, superior a los $us 3.578 de 2019. La balanza comercial tiene un saldo positivo promedio de $us 1.044 millones entre 2021 y 2022, superior a los déficits comerciales promedio de más de $us 1.000 millones registrados entre 2015 y 2019.
En cuanto a la industrialización, Arce señaló que: “queremos dar el gran salto cualitativo, de ser un país consumidor e importador, a un país productor e industrializado: Bolivia avanza a paso firme hacia la industrialización”. Y agregó que “con los resultados paulatinos de la política de sustitución de importaciones, hacia el año 2025 Bolivia ahorrará cerca de $us 3.000 millones al año en importaciones”.
En su mensaje dio un fuerte énfasis a la necesidad de consolidar un trabajo conjunto para avanzar en las transformaciones de las áreas más complejas que se constituyen en el principal desafío del Estado y la sociedad: la justicia y la violencia contra la mujer y los menores, y asimismo, para desterrar la corrupción y el narcotráfico.
“Todos los retos y desafíos que hemos abordado hoy solo los lograremos superar con la unidad. Qué mejor lección nos puede dejar este 6 de agosto que el hecho cierto de que nuestra independencia es fruto de la unidad de nuestro pueblo y de la unidad de nuestro Abya Yala”, dijo el jefe de Estado, y culminó resaltando que “la unidad no tiene que ver con factores electorales, sino con la continuidad de la Revolución Democrática Cultural, renovar el proyecto popular y reconducirlo hacia las metas que el pueblo propuso con su lucha: un Estado antiimperialista, anticapitalista, antineoliberal, anticolonial y antipatriarcal”.