(La Paz, 17 de julio, Viceministerio de Comunicación) El presidente Luis Arce Catacora, desde Bruselas, Bélgica, llamó a la unidad y cooperación conjunta de Europa, América Latina y el Caribe para la construcción de un dialogo sin condiciones, sanciones y mucho menos imposiciones para llegar acuerdos y que necesitan apoyarse mutuamente para salir adelante ante retos y desafíos comunes.
“América Latina y el Caribe necesitan apoyarse mutuamente con Europa para salir adelante ante retos y desafíos comunes, pero para ello es imprescindible un diálogo franco y sincero, sin condiciones ni imposiciones”, aseveró durante su participación en la Cumbre de los Pueblos, en Bruselas, Bélgica.
Asimismo, dijo que hoy la historia nos llama a todos a deponer acciones mezquinas e individualistas que deben remplazadas por otras actitudes para resolver los problemas comunes de los pueblos, caso contrario el sistema capitalista terminará destruyendo la humanidad.
El jefe de Estado Boliviano afirmó que la unidad es lo único que garantiza el camino a la victoria.
Aseguró que ese diálogo, la diplomacia de los pueblos y la paz deben superar las lógicas guerreristas y de imposición para que, desde varios espacios como la Celac, se eleve la voz para luchar por un mundo y territorio de paz, libre de forma de explotación, dominación y discriminación.
Asimismo, indicó que una importante señal para construir ese diálogo debería ser el inmediato levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre varios países latinoamericanos y caribeños.
“Cómo podemos hablar de cooperación y hermandad cuando pueblos de nuestra región sufren sanciones impuestas por la Unión Europea, esos pueblos también forman parte de América Latina, son hermanos, si vamos a salir juntos lo haremos con todos, basta ya de exclusiones, sectarismo e imposiciones imperialistas, América Latina y el Caribe es una sola y para nosotros todos los pueblos, cuentan igual”, enfatizó.
Mencionó también en su alocución que América Latina y el Caribe y muchos países apuestan por el mundo multipolar, multicéntrico y no hegemónico, cuya decisión sea soberana de los pueblos que Europa y el resto del mundo debe respetar.
“América Latina y el Caribe necesitan de Europa, como Europa necesita de nuestros países, más aún en un contexto de energía eléctrica, crisis alimentaria que afecta al mismo continente con consecuencia por el conflicto bélico de Ucrania y Rusia, que nos es más que una guerra entre la OTAN y Rusia”, señaló.
Sostuvo que los recursos de América Latina y el Caribe pueden contribuir a salvar Europa, sin embargo, en esta oportunidad, “estos recursos no los vamos a regalar mucho menos poner a disposición de las transnacionales para beneficio de unos pocos sino son para beneficio de los pueblos de la América y de la humanidad entera”, dijo.
Las prácticas injerencistas, intervencionistas y de agresiones militares vuelven a actualizarse esta vez en la propia Europa, donde países hegemónicos someten a sus pares menos potentes en imponer su lógica guerrera y armamentista en lugar de imponer respuestas a las grandes preguntas del siglo XXI, en búsqueda de la paz, la reducción de complejos militares, el freno de los migraciones producto de las migraciones, el empleo digno, la subida de precio los petróleos, de los alimentos, energía eléctrica, de los derivados del petróleo que empobrecen más a las familias, la potencial crisis que asoma su rostros en varios países”, expresó.
Afirmó que los intereses comunes de Europa y América Latina son tan vastos y diversos como son los problemas que aquejan por la crisis climática y energética que son el tortuoso peso de la deuda externa, el crimen transnacional, la desigualdad, la injustica canalizada y la falta de oportunidades, pero por sobre todo los factores que más atentan contra el desarrollo son la injerencia extranjera, el intervencionismo, y ese afán de algunos de continuar viendo a estos países como colonias.
De igual manera manifestó también que, en lugar de extender la mano solidaria por los pueblos, algunos imperios de la vieja Europa optan por la injerencia entre el intervencionismo y las agresiones militares, “tendencia que hoy parece querer repetirse”
“Los pueblos de América latina de la propia Europa es más que hoy en día un destino común e inquebrantable en la medida que respetemos el derecho soberano de nuestros pueblos a elegir el sistema político que más nos convengan y su propia historia de los derechos soberanos de los recursos naturales”, finalizó.